Veganismo orgánico para sanar el planeta

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El veganismo salvará nuestro mundo. Adoptar una dieta
basada en plantas puede detener el 80% del calentamiento
global, erradicar el hambre mundial, detener la guerra,
promover la paz, y permitirá liberar el agua de la Tierra,
así como muchos otros recursos preciosos, ofreciendo
un salvavidas para el planeta y para la humanidad. En
resumen, detendrá muy rápidamente muchos de los
problemas mundiales que enfrentamos ahora.

Muchas de estas zonas donde vemos consecuencias tan devastadoras por el cambio climático, tales como el derretimiento del Ártico, hundimiento de tierras, escasez de agua por el deshielo glaciar e incluso crecientes tormentas, están todas relacionadas directamente con el aumento de la temperatura de la Tierra. Así que tenemos que enfriar el planeta, en primer lugar. Y la mejor manera de detener el calentamiento global es dejar de producir los gases de efecto invernadero que crean el calor.

Ya sabemos acerca de los esfuerzos para reducir las emisiones como las de la industria y el transporte. Pero los cambios en estos sectores están tomando demasiado tiempo—más de lo que puede permitirse a este ritmo, en este momento. Una de las formas más eficaces y más rápidas de reducir el calor en la atmósfera es eliminar la producción de metano.

El metano no sólo atrapa hasta 72 veces más calor que el carbono, también desaparece de la atmósfera mucho más rápido que el CO2. Así que si dejamos de producir metano, la atmósfera se enfriará más rápidamente que si dejamos de producir el dióxido de carbono.

Una alimentación vegana orgánica producirá un beneficioso efecto de enfriamiento que disminuirá el metano y otros gases de efecto invernadero que son fatales para nuestra supervivencia.

Orgánica, porque no queremos que los nocivos químicos sean rociados por todas partes, y pasen a nuestras aguas, envenenando el río, el suelo y todos los seres vivos, enfermando a los seres humanos. Orgánica también, porque esta práctica absorberá enormes cantidades de CO2 ya existente en el aire, enfriando entonces nuestro planeta