Tengamos una charla sobre la cualidad
del amor conocida como poder. Una de las fuerzas más poderosas en el
universo es el poder que está latente al interior de su alma y esto
tiene mucho que ver con su propia conexión con lo Divino en el nivel más
profundo. El alma de Uno contiene sabiduría sin explotar y la persona
que se da cuenta que en el centro de su ser tiene esta conexión, puede
volcarse a su alma en los momentos que necesita orientación, curación o
esperanza. Aprende a ser guiada por su conciencia, por el poder
discriminativo divino dentro de ella. Al seguir constantemente la voz
interior de la conciencia, se convierte en una
persona verdaderamente moral, un ser muy espiritual y una persona de
paz. El alma de uno es un ser espiritual y los principios que rigen la
vida son los principios espirituales. Son estos principios que uno trae a
la acción a su vida cotidiana y este poder de acción se expresa como
pasión, creatividad, intuición y conexión con lo Divino. No es hasta que
uno trata de encontrar la Luz en su interior que se entra en su propio
poder. Cuando uno se alinea con el poder de la expresión de su propio
espíritu, la vida de uno refleja verdad y alegría y uno se da cuenta de
lo que se es y por qué se está aquí en la Tierra.
Mediante la utilización de su poder
interior y coraje espiritual, encarnan una cualidad que los marca como
uno que se ha dado cuenta de que es divino. Esta toma de conciencia los
dota de una medida de poder que puede llegar a ellos sólo a través de su
naturaleza interna, y los hace conscientes de que son algo más de lo
que parecen y que son una parte del esquema universal de la vida. Al
elegir vivir por el poder de la orientación de su alma, permanecen en
armonía y amor con todo y todos en su mundo. Cuando uno se da cuenta de
que cada persona hereda el poder de ser su propio salvador, pueden
elegir evocar desde la parte más interna de su verdadera naturaleza,
algo que es precioso y nuevo, que les da el poder de su alma. Esto les
hace sentir que son una parte esencial del gran universo. Entienden que
la felicidad y la liberación de la humanidad dependen de que cada
persona tome decisiones más nobles y más desinteresadas, con el fin de
hacer de su vida una expresión que está en conformidad con lo Divino.
Cuando se ponen en contacto con lo divino dentro de ellos, aprenden las
respuestas a los enigmas de la vida, y encuentran la solución a todos
sus problemas. Cuando uno retoma su poder del mundo exterior y lo coloca
donde pertenece; en el centro de su corazón, todas las respuestas se
vuelven claras.
Hay que ser conscientes de que las
palabras dan forma a la estructura de su carácter y reputación, su
posición y su legado. Cuando se habla en voz alta, las palabras se
transforman en vibraciones que se pueden usar para redirigir la energía.
Las palabras de uno contienen el poder de influir en los demás, cambiar
mentes, cambiar la dirección o acción tomada. El efecto de sus palabras
se extienden en el tiempo e incluso a través de muchas generaciones.
Cuando se tiene cuidado de que las palabras que hablan crean una
bendición de profundo significado, memoria y legado entonces la vida de
las personas se enriquecen. Cuando hablan sus palabras representan sus
pensamientos y vibraciones en el campo magnético de la Tierra, que es el
campo de energía que crea la realidad de la Tierra. Cuando uno conoce
el verdadero poder de las palabras, sabe que las palabras pueden afectar
nuestra energía y la de otros, ya que tienen la capacidad de dirigir y
controlar la energía hasta cierto punto.
Hay una conciencia global emergente de
compasión y sabiduría que pide a cada individuo a actuar desde un lugar
de amor en lugar de miedo. Este nuevo poder lo conecta a uno con su
alma, con los demás a su alrededor, y con el planeta. Les permite crear
una vida con propósito, gratitud, alegría y satisfacción. Cuando uno
alinea la personalidad de uno con la del alma acceden al poder auténtico
del alma que los lleva a experimentar un mundo de paz, de amor y de
alegría. Ven cada experiencia de vida y cada emoción como un medio para
aprender más sobre sí mismos y el mundo en que viven. Cada experiencia
que tienen es una lección con un regalo en ella, y confían y creen en el
flujo universal de la vida que les da exactamente lo que necesitan para
crecer. Una persona auténticamente empoderada no depende de nada
externo para sentirse completa, digna, o satisfecha. Elige a vivir para
el mayor bien de todos y ve la interconexión de todo en la vida. Invitan
a la energía del universo para que los apoye en su crecimiento
espiritual.
Al permanecer fiel a su auténtico
poder, uno tiene todo lo que necesita para compartir su luz verdadera
con el mundo. El poder auténtico se basa en el profundo conocimiento de
que son lo suficiente y que son parte de algo más grande que sí mismos.
Es la fuente de su fuerza, su confianza, su dependencia de uno mismo, y
su capacidad para establecer límites y ser flexible. Ser auténtico puede
ser empoderador. Saben que están viviendo una vida con propósito,
utilizando sus talentos y habilidades de manera productiva, y lo hacen
en paz y armonía al tiempo que contribuyen con la vida de quienes les
rodean. Para sacar el máximo provecho de este movimiento hacia la
autenticidad, hay que centrarse en el crecimiento y desarrollo del Yo.
Sentirse cómodo en el pellejo de uno y ser fiel al Yo de uno es uno de
los rasgos más bellos que uno puede poseer. Cuando se trata de la
construcción de la confianza y conexión con los demás, nada es más
persuasivo y poderoso que trabajar sólo para convertirse en lo mejor que
se puede ser. Como uno da así se recibirá.
Que tu poder verdadero y auténtico brille a través de ti en todos los sentidos mientras bendices este mundo sólo por estar aquí.
AG.