donaciones

lunes, 22 de abril de 2019

Compañeros winners

https://youtu.be/MyvCXCBAlyc

martes, 16 de abril de 2019

Loco

Estoy loco, es mi defecto, todos tenemos uno, pero somos perfectos en nuestra naturaleza

sábado, 13 de abril de 2019

Expandiendo la conciencia

.Expandir vuestra conciencia, repartir felicidad, vuestra vida es aquí y ahora y no hay otro lugar mejor que en el que te encuentras ahora, da gracias por todo, pide perdón, perdona y sé siempre tú, que la vida te dé aquello que buscas y olvídate de lo que no es real, no pienses en el futuro, camina paso a paso, sé fuerte y empieza a realizar aquello que has venido a hacer, trabaja duro y no te olvides de los tuyos. El Galán de Mancha.

viernes, 12 de abril de 2019

Abril

HAbril que renaces en mi ser, las más puras alegrías, tú que traes los calores de mi alma, tras el duro invierno que dejó mi espíritu nefasto, vente conmigo a florecer, a reír junto con los payasos, a crear junto al artista , a meditar en la luna, noches que recrean salir, explorar la belleza de tus campos que reviven explendidos bajo la luz del sol, es época de reproducción, de expansión, de verte volver a crecer con tus misterios, que nunca dejarás por insatisfechos, vete lejos para que no te pueda ver, y tú ven cerca para que te pueda comer

martes, 2 de abril de 2019

Un curso de milagros

Reflexiones de Sarah - UCDM - Lección 92: “Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una” ~.

"El costo de nuestra independencia, lo que llamamos nuestro libre albedrío, es que nos hemos separado de la Fuente de poder y fortaleza real. Ahora nos sentimos pequeños, débiles, enfermizos, necesitados, indefensos, asustados, tristes, pobres, sin alegría, en última instancia, carentes, vulnerables y desfavorecidos. Nos vemos a nosotros mismos en un mundo de sufrimiento que hicimos, finalizando en nuestra muerte, lo cual vemos como nuestra liberación :/. Esto es una locura, nos dice Jesús. Dice que esta locura proviene de nuestra creencia de que somos cuerpos, diferentes y separados unos de otros. Sintiendo nuestra debilidad, nos agrandamos a nosotros mismos en una demostración de ‘fortaleza’ del ego, pero todo el tiempo no es más que un intento de ocultar nuestra debilidad subyacente. Cuando nos sentimos débiles, tenemos miedo, pero tratamos de ocultar el miedo y la debilidad. Esto nos hace sentir aún más vulnerables y temerosos de que nuestra debilidad será vista, por lo que creamos defensas y ahora tememos el ataque. El ataque resulta de la debilidad. “La debilidad refleja la obscuridad de su hacedor.” (W.92.5.1) La fortaleza no ve la necesidad de atacar, ya que “pasa por alto todas estas cosas al mirar más de las apariencias.” (W.92.4.1)

“Su fortaleza niega tu debilidad.” (W.92.3.2) Jesús dice: “Siempre eliges entre tu debilidad y la fortaleza de Cristo en ti.” (T.31.VIII.2.3) (ACIM OE T.31.VIII. 86) Cuando creemos que somos un ser separado e individual, lo que nos mantiene sintiéndonos ‘fuertes’  es nuestro especialismo. Si fuésemos a dejar ir nuestro especialismo y experimentásemos la Luz, ello haría débil a la identidad del ego. Esa es la razón de nuestro miedo a la Luz, mientras estemos identificados con el cuerpo y la personalidad. Cuando confiamos en nuestros ojos y nuestro cerebro, y nos centramos en nuestra singularidad e individualidad, estaremos amenazados por la Luz. Esta lección nos dice: la Luz es donde está nuestra verdadera fortaleza debido a que la fortaleza del ego se basa sólo en la ilusión de fortaleza.

Jesús deja claro que nuestra versión de la visión está vinculada con los ojos del cuerpo, y nuestra versión de pensar tiene que ver con el cerebro del cuerpo. Claramente, esto es lo que pensamos, pero Jesús lo hace sonar como una idea tan ridícula que simplemente deberíamos reírnos ante ella :). Esto pone todo lo que pensamos que sabemos en cuestionamiento. ¿Quién está pensando y leyendo estas palabras en la página? Lo que se nos pide hacer es que cuestionemos quién pensamos que somos y lo que creemos que la obscuridad del ego nos ofrece.

Sólo cuando nos conectamos con la Fuente de nuestra fortaleza real, Dios, podemos conocer el Ser Crístico. La fortaleza mira más allá de las apariencias. Con la fortaleza, pensamos con la Mente de Dios e invocamos Su fortaleza. Cuando lo hacemos, ponemos en duda las creencias que abrigamos, los pensamientos que pensamos con nuestro cerebro, y las imágenes que vemos con nuestros ojos. Esto es aterrador si realmente lo aceptamos, ya que significa que no sabemos qué y quiénes somos. “No sé lo que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo o a mí mismo.” (T.31.V.17.7) (ACIM OE T.31.V.60) Cuando reconocemos y estamos dispuestos a admitir esto, mostramos disposición para que se nos enseñe. Cuando pensamos que sabemos y tenemos todo resuelto, nuestra arrogancia y nuestra inversión en nuestra identidad como individuos separados no permitirán este cuestionamiento.

Jesús incluso ve con diversión nuestra creencia de que el uso de gafas nos ayuda a ver. Estamos aprendiendo que la verdadera visión no es la de los ojos, y cuando pensamos con la Mente de Dios, tenemos la percepción verdadera. Con la percepción verdadera, vemos con la visión, mientras que con el ego, sólo vemos lo separado y lo diferente. Con la separación vienen el juicio y el ataque. “La verdad es un salvador, y su voluntad es que todo el mundo goce de paz y felicidad. La verdad le da el caudal ilimitado de su fortaleza a todo aquel que la pide.” (W.92.5.3-4)

Cuando miramos a través de los ojos del cuerpo, vemos a “los mezquinos y los débiles, los enfermizos y los moribundos; los necesitados, los desvalidos y los amedrentados; los afligidos y los pobres, los hambrientos y los melancólicos.” (W.92.3.3) Esto no es ver porque estas observaciones son las que en realidad nos impiden ver. Si pudiéramos ver realmente, veríamos más allá de estas apariencias. La visión real mantiene  “su mirada fija en la luz que se encuentra más allá de ellas.” (W.92.4.1) En lugar de ver diferencias entre nosotros y nuestros hermanos, nos uniríamos en la única Luz, donde no hay diferencias. Esto no quiere decir que no veamos lo que los ojos del cuerpo nos reportan, pero nos damos cuenta de que nuestras percepciones no necesitan bloquear nuestra visión. Cuando pidamos ayuda para ver más allá de las apariencias, se nos ayudará a liberar nuestros juicios e interpretaciones y veremos la verdad de Quiénes son nuestros hermanos. No se trata de lo que nos muestran nuestros ojos en la forma (comportamiento), sino sobre el contenido de Amor, más allá de la forma, que todos compartimos.

El sistema de pensamiento del ego es mantenido intacto al ver diferencias. Juzga a los demás como culpables, mientras que nos vemos a nosotros mismos como especiales y mejores que aquellos a quienes vemos como pecadores. Cuando miramos con la visión a nuestros hermanos, estamos unidos en el Único Ser que verdaderamente somos. La debilidad de la identidad del ego no es la verdad acerca de nosotros. Es sólo un ídolo “al que se honra y se venera falsamente a fin de disipar la fortaleza y permitir que la obscuridad reine allí.” (W.92.4.7) ¿Por qué querríamos eso? Lo queremos porque estamos apegados a la creencia de que somos cuerpos y personalidades. Aceptamos esta debilidad porque todavía valoramos nuestra identidad separada. Aceptamos la obscuridad y afirmamos que es lo que somos. Elegimos esto en lugar de la visión como una manera de mantener nuestra identidad especial. Es una manera de mantener nuestro especialismo, separación y singularidad y de esta forma permanecer invirtiendo en esta ilusión. Desde esta perspectiva, sólo podemos juzgar y condenar, pero no podemos amar de verdad. Incluso bajo la apariencia de pensar que somos seres amorosos, existe el juicio subyacente de la separación, en el que vemos a los demás como no tan amorosos como nosotros mismos.

Todos los días, a medida que nos centramos en las Lecciones, cambiamos nuestros pensamientos poco a poco, hasta que asimilemos por completo un nuevo sistema de pensamiento. Cada vez más, a medida que construimos este sistema de pensamiento, nos conectamos con la verdad de Quiénes somos. Hoy es un gran paso en deshacer nuestra creencia en el personaje que hemos inventado. Es alentador saber que la fortaleza es la verdad de Quiénes realmente somos. (W.92.4.7) Sin embargo, vamos a experimentar ansiedad ante la idea de la liberación de nuestra identidad y nuestra inversión en el mundo, pero no se nos pide que renunciemos a nada. Sólo se nos pide cuestionar lo que pensamos que somos y que nos unamos con el Espíritu Santo con la voluntad de mirar lo que hemos hecho de nosotros mismos. Cuando tomemos ese paso, no podremos fracasar. “Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar, y es la verdad lo que nos proponemos alcanzar hoy.” (W.131.10.2) Jesús no lo hará por nosotros. Debemos estar de acuerdo con él y pedirle su ayuda. Debemos unirnos con él para que nos pueda ayudar a despertar a la verdad de nuestra Realidad. Es por eso que él vino. Ahora podemos valernos de su ayuda 👍.

“La luz de la fortaleza no es la luz que tú ves. No cambia, ni titila hasta finalmente extinguirse. No cambia cuando la noche se convierte en día, ni se convierte en obscuridad hasta que se hace de día otra vez.” (W.92.7.4-6) Jesús está cuestionando la forma en que vemos la luz, que está en constante cambio y movimiento, ya sea la luz de las velas, las bombillas incandescentes, la luz del fuego, o la luz solar. La Luz de la fortaleza acerca de la que él está hablando es “constante, tan segura como el amor y eternamente feliz de darse a sí misma, ya que no puede sino darse a lo que es ella misma.” (W.92.8.1) Esta Luz está disponible para cualquier persona que lo pida con sinceridad y, una vez experimentada, todo cambia. Es la Luz del perdón, la Cual trae el milagro y nos cambia al morar en nuestros corazones. Ahora vemos el mundo impermanente de la obscuridad como carente de valor.

Hoy, pasamos más tiempo en serena meditación en la mañana y en la noche. Lo que estamos haciendo es pedir ayuda para llevar nuestro pequeño ser al Ser que somos. Estamos llevando nuestra obscuridad a la Luz. Estamos llevando nuestra debilidad a la fortaleza. Estamos observando nuestros pensamientos y colocándolos en el altar interno. Estamos llevando el fósforo (o cerillo) que creemos que ilumina el sol al Sol. En esto reconocemos nuestra Fuente. Afirmamos nuestro verdadero poder como un canal para los milagros. Hacemos esto  “cerrando los ojos del cuerpo y pidiéndole a la verdad que te muestre cómo hallar el lugar de encuentro entre el ser y el Ser, en el que la luz y la fortaleza son una.” (W.92.10.4)

Debemos solicitar esta ayuda. Sin este sincero deseo del corazón, no se nos puede ayudar. En el proceso, dejamos la obscuridad por un rato y cuestionamos nuestra inversión en lo que nuestra singularidad y nuestra peculiaridad nos han traído. No se nos pide ir allí de forma permanente. Jesús nos está animando a simplemente dejar la obscuridad por un rato. (W.92.10.4) Al hacerlo, podremos ver con más claridad que el cuerpo nunca nos protegerá. Nuestra única protección está en la verdad de Quiénes somos.

“Así es como practicaremos mañana y noche. Después de la reunión de por la mañana, usaremos el día para prepararnos para la de por la noche, cuando nuevamente nos volveremos a reunir en confianza. Repitamos la idea de hoy tan a menudo como sea posible, y reconozcamos que es un preludio a la visión y que se nos está llevando de las tinieblas a la luz donde únicamente pueden percibirse milagros.” (W.92.11)

Para las sesiones de práctica más cortas a lo largo del día, repite la idea para el día tan a menudo como puedas, recordándote a ti mismo de que se te “está llevando de las tinieblas a la luz donde únicamente pueden percibirse milagros.” (W.92.11.3)

Por consiguiente, damos la bienvenida a todas las oportunidades durante el día para elegir el milagro que nos lleve de la obscuridad a la Luz ;).
 
Amor y bendiciones, Sarah <3 "

~ ACIM Edmonton - Sarah's Reflections - Lesson 92

“Miracles are seen in light, and light
and strength are one.”