Un rey, llamado Brihadratha, después de haber
cedido a su hijo su
soberanía, se fue al bosque, porque consideraba que este cuerpo era algo
transitorio. Así pues, había conseguido liberarse de todos los deseos.
Después de haber realizado las más difíciles austeridades, se puso de pie
con los brazos en alto, mirando al sol. Al final de unos mil días, el Santo
Sakayanya, que conocía el Ser, se le acercó, brillando con esplendor, como
un fuego sin humo. Le dijo al rey: “Levántate, levántate! Elige un presente”.
soberanía, se fue al bosque, porque consideraba que este cuerpo era algo
transitorio. Así pues, había conseguido liberarse de todos los deseos.
Después de haber realizado las más difíciles austeridades, se puso de pie
con los brazos en alto, mirando al sol. Al final de unos mil días, el Santo
Sakayanya, que conocía el Ser, se le acercó, brillando con esplendor, como
un fuego sin humo. Le dijo al rey: “Levántate, levántate! Elige un presente”.
El rey, postrándose ante él, le dijo:
“Oh Santo, yo no conozco al Ser, mas
tú conoces la esencia (del Ser). Eso hemos oído. Enséñanoslo”.
tú conoces la esencia (del Ser). Eso hemos oído. Enséñanoslo”.
Sakayanya replicó: “Esto fue obtenido
hace siglos; pero lo que tú pides es
difícil de conseguir. Oh Aikshvaka, elige otros placeres”.
difícil de conseguir. Oh Aikshvaka, elige otros placeres”.
El rey, tocando los pies del Santo con
su cabeza, recitó este Gatha:
3. “Oh Santo, qué sentido tiene el
disfrutar de los placeres en este cuerpo
repugnante y falto de esencia: una mera masa de huesos, piel, nervios,
médulas, carne, simiente, sangre, mucosidad, lágrimas, flema, inmundicias,
agua, bilis, y baba! ¡Qué sentido tiene el disfrutar de los placeres de este
cuerpo que es atacado por la lujuria, el odio, la avaricia, el engaño, la
angustia, la envidia, la separación de lo que es amado, la unión con lo que
no es querido, el hambre, la sed, la vejez, la muerte, la enfermedad, la
tristeza y otros males!
repugnante y falto de esencia: una mera masa de huesos, piel, nervios,
médulas, carne, simiente, sangre, mucosidad, lágrimas, flema, inmundicias,
agua, bilis, y baba! ¡Qué sentido tiene el disfrutar de los placeres de este
cuerpo que es atacado por la lujuria, el odio, la avaricia, el engaño, la
angustia, la envidia, la separación de lo que es amado, la unión con lo que
no es querido, el hambre, la sed, la vejez, la muerte, la enfermedad, la
tristeza y otros males!
4. “Y vemos que todo esto es
perecedero, como estas moscas, mosquitos y
otros insectos, como las hierbas y los árboles, crecen y se mueren. Y no
sólo éstos; hay otros grandes seres, expertos en el manejo del arco,
gobernadores de imperios, Sudyumna, Bhuridyumna, Indradyumna, Kuvalayasva,
Yauvanasva, Vadhryasva, Asvapati, Sasabindu, Hariskandra, Ambausha, Nahusha,
Ananata, Saryati, Yayati, Anaranya, Ukshasena, y reyes como Maruta, Bharata
(Danshayanti), y otros, que ante los ojos de su familia entregaron la mayor
felicidad, y de este mundo pasaron al otro. Y no sólo éstos; hay otros
grandes seres. Vemos la destrucción de Gandharvas, Asuras, Yakshas,
Rakshasas, Bhutas, Ganas, Pisakas, serpientes y vampiros. Y no solamente
éstos; se secan los grandes océanos, se caen las montañas, se mueve la
estrella polar, se cortan las cuerdas del viento (que sujetan las
estrellas), la tierra se sumerge y los dioses (suras) se marchan de su
lugar. En un mundo así, ¡qué sentido tiene el disfrutar de los placeres, si
el que los ha alimentado tiene que volver a este mundo una y otra vez!
¡Dígnate por lo tanto a sacarme de él! En este mundo soy una rana en un pozo
seco. ¡Oh Santo, tú eres mi camino, tú eres mi camino!”
otros insectos, como las hierbas y los árboles, crecen y se mueren. Y no
sólo éstos; hay otros grandes seres, expertos en el manejo del arco,
gobernadores de imperios, Sudyumna, Bhuridyumna, Indradyumna, Kuvalayasva,
Yauvanasva, Vadhryasva, Asvapati, Sasabindu, Hariskandra, Ambausha, Nahusha,
Ananata, Saryati, Yayati, Anaranya, Ukshasena, y reyes como Maruta, Bharata
(Danshayanti), y otros, que ante los ojos de su familia entregaron la mayor
felicidad, y de este mundo pasaron al otro. Y no sólo éstos; hay otros
grandes seres. Vemos la destrucción de Gandharvas, Asuras, Yakshas,
Rakshasas, Bhutas, Ganas, Pisakas, serpientes y vampiros. Y no solamente
éstos; se secan los grandes océanos, se caen las montañas, se mueve la
estrella polar, se cortan las cuerdas del viento (que sujetan las
estrellas), la tierra se sumerge y los dioses (suras) se marchan de su
lugar. En un mundo así, ¡qué sentido tiene el disfrutar de los placeres, si
el que los ha alimentado tiene que volver a este mundo una y otra vez!
¡Dígnate por lo tanto a sacarme de él! En este mundo soy una rana en un pozo
seco. ¡Oh Santo, tú eres mi camino, tú eres mi camino!”
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