Cada mañana en que sale el sol, nos trae esperanza. No arrastra consigo nada de ayer ni de anteayer.
Esparce su luz. Da la bienvenida a todos, y todo comienza a cobrar vida, a vivir. La vida se pone en marcha. Ha tenido su oportunidad de descansar, de contemplar, de pensar, de reflexionar. Luego, al atardecer, el sol se pone y todo empieza a calmarse, como diciendo:
“Descansa, comprende, esta es tu vida, esta es tu existencia. En realidad, no hay nada más valioso”
“Descansa, comprende, esta es tu vida, esta es tu existencia. En realidad, no hay nada más valioso”
No hay comentarios:
Publicar un comentario